sábado, 19 de febrero de 2011

Poemas

Durante estos días antes del examen estamos analizando poemas sobre diferentes movimientos, uno que me gusto mucho fue este de Rubén Darío.
DE INVIERNO

En invernales horas, mirad a Carolina.

Medio apelotonada, descansa en el sillón,

envuelta con su abrigo de marta cibelina

y no lejos del fuego que brilla en el salón.

El fino angora blanco junto a ella se reclina,

rozando con su hocico la falda de Alençón,

no lejos de las jarras de porcelana china

que medio oculta un biombo de seda del Japón.

Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueño;

entro, sin hacer ruido; dejo mi abrigo gris;

voy a besar su rostro, rosado y halagüeño

como una rosa roja que fuera flor de lis.

Abre los ojos, mírame con su mirar risueño,


La primera imagen es de una mujer, Carolina con una falda de aleçon dormida en un sillón, envuelta en un abrigo de piel. Podemos leer, que hay un fuego que da la sensación que ilumina la estancia y le da calor a la habitación. Con todos estos conceptos te haces una imagen en la cabeza, esto ya es una característica de la generación del 27.
En la estancia también podemos ver elementos exóticos, de países lejanos más próximos al oriente como el abrigo de piel, el gato angora, la porcelana china, el biombo de seda del Japón, la falda de Aleçón y la flor de lis.

Mientras ella duerme, llega un hombre que es el autor del poema, y entra sigilosamente, deja el abrigo y la besa, a lo que ella responde abriendo los ojos, mirándole y sonriendo. Con eso podemos ver que transmite el amor a través de la mirada.
Durante el poema podemos ver que transcurre al interior de una casa, en una habitación, pero el último verso nos hace ver que fuera hay vida, en el exterior, que es París y esta nevando.

Podemos observar que mientras ella está dormida, no hay acción, todo es descriptivo, pero cuando llega él empieza a haber movimiento.

Así pues, podríamos dividir el poema en dos partes de dos manera distintas: según el movimiento o según es espacio.
Si lo dividimos de la primera manera cuando esta sola y acompañada, empieza en el inicio y termina en el verso 9, y la segunda al interior de la estancia y al exterior, empieza en el verso 9 y termina en el final del poema.
En cambio, si lo dividimos de la segunda manera, las dos partes queden muy menos iguales, ya que la primera parte va desde el inicio del poema hasta el verso 13, y el último verso es la segunda parte.

Podemos ver que la estructura es formal pero quiere crear algo bello, usando un vocabulario muy rico, combinando elementos cultos con palabras vulgares, casi corrientes e incluso palabras nuevas.

El momento clave del poema es, cuando ella despierta, abre los ojos y le mira. De ahí podemos decir que el tema central del poema es “el amor se transmite a través de la mirada”, característica que ya podemos ver en la literatura clásica.

El poeta intenta captar lo transitorio, el instante, ese momento tan perfecto que no quieres que se vaya nunca. Se aferran a ese disfrute momentáneo, en este poema en concreto es el instante en que la chica se despierta.

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